miércoles, 10 de abril de 2013

Un caso de amor.


Capítulo 20- Un vigilante en la noche.
Después de haber hablado con William me sentí más tranquila, no sé si era la voz de William lo que me tranquilizaba, pero también hacía que no le tomara tanta importancia a la relación de Charles y Anne. Había pasado una semana desde que había hablado con él y aunque me sentía tranquila cada vez que salía del trabajo y me iba a mi casa sentía que alguien me seguía, ¿sería mi admirador secreto? ¿o era alguien más?, no lo sé, pero jamás se acercó a mí o me atacó, solo me seguía. En la noche mientras dormía sentía como alguien me vigilaba por la ventana, pero lo sentía normal, mientras no sucediera nada.
Habían llegado cuerpos a la morgue, mujeres, niños, hombres, ancianos; algunos víctimas de asesinato, otros simplemente de muerte natural. Era extraño trabajar de lejos con Charles, solo escribía los informes y se los daba y él se encargaba solo del resto; a veces iba a la morgue pero solo para ver a Anne o saludar a Stephanie, pocas veces me lo encontraba y simplemente nos hacíamos a un lado para seguir nuestro camino.
Pronto las cosas retomaron forma, Charles decidió acercarse a mí con un caso.
-Lyla tengo un caso- dijo mientras entraba por la puerta de mi laboratorio.
-¿De qué?- pregunté.
-Una mujer, fue asesinada brutalmente en su casa, los vecinos nos avisaron, al parecer alguien se metió y la mató, también secuestro a su hijo- respondió.
-Bien, ¿y el cuerpo?
-En la casa, nadie lo ha tocado, te esperan a ti.
Voltee a verlo, me levanté de la silla y me quité la bata.
-Vamos entonces- dije.
Salimos directo a la casa de la víctima, los vecinos estaban afuera preguntando a los policías que era lo que había sucedido. Cuando llegamos nos dejaron pasar rápidamente, pero la gente se lanzaba contra los policías solo para ver. La víctima estaba en la sala, tirada en el piso, la alfombra cubierta de sangre y la mayoría de las cosas que estaban cerca.
-Un balazo en el pecho y en la cabeza- dije.
-Esto sin duda será más fácil contigo- dijo Charles.
-Envuelvan el cuerpo y llévenlo a la morgue- dije.
Salimos de la casa después de que el equipo se llevó el cuerpo, una mujer se acercó a nosotros.
-Dígannos ¿qué fue lo que paso?- preguntó, angustiada.
-Una mujer asesinada- respondió Charles.
-Esa mujer es mi hermana- dijo.
Charles y yo la miramos asombrados.
-Entonces acompáñenos- dijo Charles.
Fuimos a la morgue, la mujer reconoció el cuerpo y salimos hacia la oficina de Charles.
-¿Cuál era el nombre de la víctima?- preguntó Charles.
-Mandy Robinson, yo me llamo Nina Robinson, ¿saben algo de mi sobrino?- preguntó.
-Lo sentimos pero no había ningún niño ahí- respondió Charles.
Nina comenzó de nuevo a llorar.
-Tienen que encontrarlo, no puede estar solo por ahí- dijo.
-Lo encontraremos señora, ¿usted sospecha de algún lugar donde esté el niño?- preguntó Charles.
-En el parque quizá, no lo sé- respondió.
-Y ¿sospecha de alguien que le haya hecho esto a su hermana?- preguntó Charles.
Nina volteó a verlo y su cara se llenó de odio.
-Sí, ese bastardo, su ex marido, la amenazó con quitarle al niño si no se salía de la casa pero cuando él se fue quedaron en que la casa se le quedaría a Mandy y a Jim, el niño- respondió.
-¿Dónde vive él?- preguntó Charles.
-En la calle rose, se llama Jim Hole, como mi sobrino- respondió.
-Muchas gracias, le avisaremos si pasa cualquier cosa- dijo Charles.
Nina salió de la oficina, revisé los papeles y los volví a dejar en el escritorio.
-Gracias por acompañarme- dijo Charles.
-De nada- me levanté de la silla y camine hacia la puerta.
Analicé el cuerpo, tenía una bala en el pecho y otra en la frente, presentaba golpes en brazos, piernas y estómago. Escribí el informe y se lo llevé a Charles, él estaba saliendo de su oficina.
-Gracias, vamos a la casa del tal Jim- dijo.
Nos subimos al auto y fuimos rápidamente. La calle era angosta y la gente que vivía en esa calle nos miraba atemorizados, un joven se acercó a nosotros.
-Ayer vinieron sus compañeros a inspeccionar la calle, no hay nada de droga- dijo.
-No te preocupes, no venimos por la droga- dijo Charles- detective Croft, ¿conoces a Jim Hole?
-Sí, es un buen amigo mío- respondió- vive en esa casa gris de allá.
-Gracias- dijo Charles.
Caminamos hacia la casa, estaba sucia por fuera y las ventanas parecían que nadie las había lavado en mundo tiempo, incluso una de las ventanas tenía un agujero. Charles tocó la puerta.
-Parece que nadie vive aquí- dije.
-O simplemente está muy descuidada la casa- dijo Charles.
Nadie abrió, ni siquiera se oía algo adentro de la casa. Charles puso su oreja en la puerta, se alejó y aventó la puerta que rápidamente se abrió, entramos, había un pasillo que conducía a unas escaleras, del lado izquierdo se veía el comedor y la sala, del lado derecho estaba la cocina, todos los cuerpos en pésima condición.
-Subiremos- dijo Charles.
Subimos con cuidado, las escaleras rechinaban y el barandal estaba lleno de polvo; llegamos arriba y del lado izquierdo había una puerta, Charles la abrió y era el baño. Caminamos hacia la derecha y enfrente estaba la sala de televisión y al fondo se veía otra puerta.
-Parece que en verdad nadie ha vivido por aquí en mucho tiempo- dijo Charles- vámonos.
Bajamos las escaleras y salimos de la casa. Cuando llegamos al auto el joven seguía ahí.
-Oye, tu amigo Jim, ¿dónde está?- preguntó Charles.
-Lo vi hace un rato, una hora o dos, se fue rápido en su camioneta- respondió.
-¿Iba solo?- preguntó Charles.
-Llevaba una maleta, muy grande, pero sí iba solo- respondió.
-¿Cómo es la camioneta?- preguntó Charles.
-De color verde, jeep- respondió.
-Muchas gracias- dijo Charles.
Me acerqué al niño y le di unas monedas.
-Muchas gracias linda- dijo.
Le sonreí y me subí al auto.
Llegamos a la oficina de Charles.
-Busquen una camioneta de color verde tipo jeep, rápido- dijo.
Las personas que trabajaban en las computadora comenzaron a buscar rápidamente, tardaron un par de minutos.
-Detective, encontré 3 distintas: una que está por el centro de la ciudad, otra que está muy cerca de las afueras de la ciudad y otra que está- vio la computadora- aquí, en esta calle.
Charles salió rápido, yo lo seguí, había una camioneta afuera del edificio, estacionada. Charles y yo caminamos hacia ella y la puerta del conductor se abrió, un hombre alto, robusto, cabello lleno de canas y con bigote bajo.
-Detective Croft, doctora Grey, por fin los conozco- dijo.
-¿Usted es Jim Hole?- preguntó Charles.
-Sí, y mi hijo está bien, está dormido- respondió.
-Denos al niño y negociaremos su sentencia- dijo Charles.
-¿Mi sentencia? No, no, fue por ustedes que maté a mi ex y que secuestré a mi hijo- rio- solo  quería atraerlos.
-¿Por qué?- pregunté.
-Bueno, un amigo me dijo que ustedes eran hábiles, quería verlo en acción y vaya que lo son- soltó una carcajada.
-¿Amigo? ¿Qué amigo?- preguntó Charles.
-Le dicen ‘’Richard’’- sonrió- un tipo de buen ver, alto, ojos verdes, muy guapo, ¿o no doctora Grey?
Charles me volteó a ver.
-No sé de quién me habla- respondí.
Soltó una carcajada.
-¿No sabe? ¿Quiere que le refresque la memoria?- preguntó.
Lo miré fijamente, Charles sacó su pistola y le apunto con ella.
-Deja al niño- dijo Charles.
El hombre levantó las manos y dio un paso hacia atrás.
-Está bien, está bien, lo que usted no notó es que- bajo su mano derecha por detrás de su espalda y levantó una pistola- es que yo también tengo una- soltó una carcajada.
Mientras el hombre se reía corrí hacia la camioneta y saqué al niño de ahí, lo cargué y lo lleve corriendo al edificio.
-Muy astuta doctora, en verdad me impresiona, no la vi venir- sonrió- bueno- soltó la pistola.
Charles se acercó y le tomó las manos para esposarlo, lo llevó adentro del edificio y cuando pasó junto a mí se detuvo.
-Él dijo que todo lo que pasara de hoy en adelante sería tu culpa, así que espero que no sean cosas muy malas- dijo y se volvió a carcajear.
Nina llegó corriendo y abrazó al pequeño Jim, se lo llevó; Charles fue a la morgue por Anne y se fueron juntos.

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