lunes, 1 de abril de 2013

Un caso de amor.


Capítulo 12- El aeropuerto (segunda parte).
Charles llegó puntual, estaba lista, bajé de inmediato y entré a su auto.
-Buenos días doctora- dijo.
-Buenos días- dije.
No lo voltee a ver, el en cada momento que podía volteaba a verme, no dijimos ni una palabra hasta llegar a nuestro trabajo. Bajé del auto y me fui a la morgue, él me siguió.
-¿Eso haces siempre?- preguntó.
-Sí, la morgue es mi lugar de trabajo- respondí.
Entramos y Stephanie ya estaba ahí.
-Detective Croft, doctora Grey, ¿desean algo?- preguntó.
-Sí, café, ya sabes cómo- dije.
-Igual- dijo Charles.
Nos dirigimos a mi laboratorio, los cuerpos seguían ahí, intactos, me puse la bata y los guantes y comencé a trabajar.
-Me encanta como trabajas- dijo.
No respondí, continué con mi trabajo.
-Yo no me fijo en el físico de las mujeres, no me importa si se arreglan o si no lo hacen, si son feas o hermosas, si son altas o delgadas, nada de eso me importa- me miró- lo único que me importa es su inteligencia.
Me detuve y alcé la cabeza pero mi mirada se quedó clavada hacia el suelo, Charles se acercó a mí.
-Si una mujer es inteligente entonces es perfecta, no puedo pedir más- dijo acercándose más a mí- si sabe pensar es más que perfecta- llevó sus labios a mi oído derecho- tú eres esa mujer.
Me alejé de él y continué con mi trabajo.
-Ve a tu oficina, de seguro hay nuevas noticias- dije.
Charles se fue, continué analizando los cuerpos, en ese momento Stephanie entró.
-Doctora tengo los resultados de la rosa- dijo.
-Dímelos- dije.
-Es una rosa natural pero la mantuvieron viva, le pusieron una especie de substancias que la mantienen viva y sin marchitarse- revisó las hojas.
-Déjame ahí los resultados, veré dónde los consiguieron- dije sin voltear a verla.
-Eso ya lo investigué también, la rosa es proveniente de Italia, las substancias también- dijo.
Alcé la mirada y la vi.
-Bien hecho Stephanie, dale los datos al detective Croft, ahora estoy muy ocupada.
Stephanie se fue, continué con el análisis de la substancia que mató a las víctimas, era un poco tardado, no lo reconocía.
Llegó la tarde y Charles fue a mi laboratorio.
-Le di los datos a Nicholls- dijo.
-¿Hablaste con él?- voltee a verlo.
-Sí, me preguntó por ti, le dije que estabas bien.
Sonreí y continué con lo que hacía.
-¿Ya sabes que mató a las víctimas?- preguntó.
-Sí, también es de Italia, el asesino debe de ser italiano o estar relacionado con italianos- respondí.
Charles sonrió y me miró fijamente.
-Se encargará Nicholls, tú y yo iremos al aeropuerto.
Fuimos al aeropuerto, entramos, todo estaba en su orden ahora, caminamos por los lugares donde murieron las víctimas, no había nada excepto personas pasando por ahí. Fuimos a los módulos de la aerolínea en la cual viajaron las víctimas.
-Soy el detective Croft y ella es la doctora Grey, estamos investigando los homicidios del aeropuerto- dijo Charles.
-¿En qué puedo ayudarlos?- dijo la joven que atendía.
-Podría decirnos ¿Cuántos viajaban en los aviones donde venían las víctimas?
-Permítame, tengo que buscar los datos.
La joven comenzó a buscar en la computadora, enseguida hablo.
-25, 23 y 33- respondió.
-¿Todos eran ingleses? ¿Habían italianos o de algún otro lugar?- preguntó Charles.
Volvió a buscar en la computadora.
-En el primero venían 15 ingleses, 6 alemanes y 4 italianos.
-¿Tiene los nombres?
-Sí, le imprimiré la hoja.
Esperamos un momento, la joven nos dio la impresión.
-Muchas gracias- dijo Charles.
Caminamos hacia la salida.
-¿Sólo del primer vuelo?- pregunté.
-El asesino tuvo que haber venido en el primero, se quedó aquí para seguir matando- respondió.
-¿Y si no es un italiano?
-Entonces vendremos por todos los nombres- sonrió.
Charles se dedicó a buscar, los 4 italianos aún seguían en la ciudad, eran turistas, se hospedaban en un hotel, dos venían juntos y los otros por separado. Hablamos con cada uno, registramos sus equipajes y no encontramos nada; nos dijeron que hicieron al llegar al aeropuerto, todo se comprobó y era verdad, decidimos regresar a nuestro trabajo.
-No fueron ellos- dijo.
-Te lo dije- dije.
-Tal vez vino en un vuelo anterior.
-O tal vez fue un inglés, no me digas que no crees que algún inglés quisiera matar a alguien de su país.
-Puede ser, necesitaremos la lista completa, yo me encargo, tu sigue jugando y si hay algo nuevo avísame.
Me dejo en la morgue y se fue.
Algunas horas después Charles regresó, tenía noticias.
-Bueno, creo que el asesino no viajo en ningún avión- dijo.
-¿Por qué?- pregunté.
-Porque todos los pasajeros se fueron de inmediato a sus casas, hoteles, etc, el asesino ahora debe de haber regresado a Italia.
-Puede ser.
El celular de Charles sonó, lo contestó y hablo por un largo rato afuera del laboratorio, por fin entró.
-El jefe, dice que Nicholls localizó la tienda donde fueron compradas las substancias, utilizaron tarjeta de crédito a nombre de la señora Olivia Pestalozzi.
Lo miré de inmediato.
-La jefa de la familia Millefiore- dije.
-¿La familia Millefiore? ¿Los mafiosos?- preguntó.
-Sí, la jefa utiliza ese nombre comúnmente pero su verdadero nombre es Rosa Millefiore.
-¿Cómo es que sabes tanto de eso?
Me levanté y salí del edificio corriendo, Charles me siguió, entré al edificio de la policía y fui rápidamente a la oficina del jefe.
-Jefe estamos tratando con la mafia- dije.
-¿Cómo? ¿A qué se refiere doctora Grey?- preguntó confundido.
-El asesino es de la mafia italiana, de la familia Millefiore- respondí alterada.
-¿Lo dices por?- se detuvo- tú los conociste.
-Sí, no sé por qué lo hicieron pero fue la mafia, estoy segura.
El jefe se quedó pensando.
-Bien, le llamaré a Nicholls, se quedará hasta encontrar a la familia Millefiore- dijo.
Suspiré y lo miré fijamente.
-Dígale que se cuide, no saben de qué son capaces- me detuve.
-Bien doctora Grey, sigan con su trabajo, si encuentran algo por favor me lo dicen- dijo.
Charles y yo salimos del edificio, comencé a caminar de un lado a otro, Charles se recargó en la pared y me observó hasta que se acercó a mí y me tomó de los hombros.
-Cálmate- dijo.
-No puedo- dije.
-¿Por qué? ¿Por Nicholls?- preguntó mirándome a los ojos.
-No es solo eso, es que, los Millefiore son malos, son capaces de cualquier cosa y- una lágrima se escapó de mis ojos.
-Tranquila- me abrazó, recargó mi cabeza en su pecho y la acarició- sé a qué te refieres, no estás sola, yo te protegeré- me dio un beso en la frente.

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