miércoles, 27 de marzo de 2013

Un caso de amor.


Capítulo 4- El maestro nuevo.
24 de Agosto.
‘’Se ha encontrado el cuerpo de un joven en un basurero a las afueras de la ciudad, este es el tercer cuerpo que se encuentra en el mismo lugar, servicios especiales de la policía investigan los casos’’.
La radio estaba prendida, las últimas noticias se habían transmitido; yo esperaba sentada junto a Matt el tercer cuerpo; Matt miraba fijo el piso, yo recargue mi cabeza en la parte superior de la silla, había recorrido mi cuerpo hacia adelante, no había podido dormir bien.
-¿Por qué se tardan tanto?- pregunté.
-El basurero está lejos, además son las 2 de la tarde, debe de haber mucho tráfico- respondió Matt, sus ojos continuaban clavados en el piso.
-Pase una mala noche- dije- necesitaré beber más café.
-Enseguida se lo traigo- Matt se levantó de prisa y tomó mi taza.
-Ya sabes cómo me gusta- dije.
Matt se alejó, yo continué recostada en la silla, miraba fijamente al techo, las luces artificiales me lastimaban los ojos, los cerré.
-¡Lyla! Te traigo un regalo- dijo una voz que reconocí.
-Pensé que nunca llegarían- dije.
-¿Te vas a quedar ahí medio dormida todo el día?- preguntó.
-No- me acomodé y abrí los ojos.
Enfrente de mí habían tres cajas de tamaño mediano, me levanté de la silla y me acerqué.
-¿Un regalo?- pregunté.
-Bueno, tres, son las víctimas- rio William.
Me acerqué y abrí una caja.
-Ya veo, Matt llévalas a examinar, enseguida voy- dije.
Camine hacia mi laboratorio, William me siguió.
-Definitivamente son homicidios seriales- dijo.
-¿Por qué están descuartizados?- pregunté.
-Sí, busqué en las listas de personas desaparecidas y, bueno, hasta que hagas tu magia podré saber quiénes son- dijo.
Entre al laboratorio y me puse mi bata, salí enseguida, William seguía mis pasos. Entramos a analizar los pedazos de los cuerpos.
-¿Te vas a quedar?- pregunté.
-Sí, me estoy acostumbrando- respondió.
Me puse los guantes y comencé a sacar pieza por pieza, las coloqué en la mesa.
-¿Un rompecabezas?- preguntó William.
-Algo así- respondí.
-Pero tú eres la cerebrito aquí, siempre lo logras- dijo.
-Son jóvenes, no tienen más de 20 años- dije.
-Ves- rio.
Completé el primer cuerpo, continué con los demás, William observaba. Después del completar los tres comenzamos a identificarlos.
-La primera víctima parece ser Thomas Gale, la segunda Bernard Wilson y la tercera Gerard Brown- dije.
-Thomas Gale desapareció el 1 de Agosto, fue a la escuela y nunca volvió, Bernard Wilson desapareció el 16 de Agosto, se quedó a una conferencia en la escuela y no regreso a casa y Gerard Brown desapareció el 24 de Agosto, tampoco volvió de la escuela- dijo William.
-Llama a los padres, tienen que reconocer a sus hijos.
-Lo haré, oye, no seas tan fría con ellos, recuerda que los humanos tenemos sentimientos.
-Yo soy humana- me interrumpió.
-Pero eres la doctora Lyla Grey- rio- has tu trabajo y yo haré el mío.
Me quede mirando la puerta después de que la cerró, la observe por un momento, voltee a ver los cadáveres y pensé: ‘’¿De verdad eso creen de mí?’’, miré hacia el piso por unos segundos, después voltee a ver los cadáveres y comencé a hacer la autopsia.
Minutos después William entró.
-Los padres ya vienen para acá, ¿ya hiciste la autopsia?- dijo.
-Sí, murieron por una sobredosis, después de morir los cortaron en pedazos- dije.
-Demasiada información, ven necesitamos interrogar a los padres.
Me quité la bata y los guantes y fui detrás de William; llegamos a su oficina y minutos después los padres de Thomas Gale llegaron.
-Buenas tardes señores Gale, soy el detective Nicholls y ella es la doctora Grey- dijo.
-¿Tienen noticias de nuestro hijo?- preguntó el señor Gale.
-Sí y me temo que no son buenas- respondió William.
-¿Por qué?- preguntó.
-Encontramos a su hijo pero está muerto- dijo.
-¿Cómo?- preguntaron ambos.
-Lo siento mucho- dijo William.
-¿Cómo murió?- preguntó el señor Gale.
-De una sobredosis- respondí- necesitamos que reconozcan el cuerpo, pero puede ser duro.
-¿Por qué? Preguntó la señora Gale.
Voltee a ver a William, el me afirmó con la cabeza.
-Su cuerpo esta descuartizado, pero la cabeza está intacta y es lo que nos importa- respondí.
Fuimos a la morgue, los señores Gale reconocieron el cuerpo.
-Nuestro Tom, es él- dijo la señora Gale.
-Lo lamento- dije.
Salimos de ahí y William continuó interrogándolos.
-¿Thomas tenía enemigos?- preguntó.
-No, él era un joven muy dulce, inteligente, sus maestros nos dijeron que su mente era privilegiada- respondió la señora Gale.
-¿Estudiaba la universidad?- preguntó William.
-Sí, estaba en el segundo año de la carrera de ingeniería- respondió el señor Gale- tenía muy pocos amigos.
-¿Alguno de sus amigos era uno de estos jóvenes?- William le mostró las fotografías.
-No- respondieron.
-Si sabemos algo les avisaremos- dijo William.
El padre de Bernard esperaba en la oficina de William.
-Señor Wilson yo soy el detective Nicholls y ella es la doctora Grey- dijo.
-¿Saben algo de mi hijo?- preguntó enseguida.
-Sí, lo encontramos, pero, está muerto- respondió.
-Su madre nos abandonó cuando él era pequeño y ahora- soltó un llanto de dolor.
-Lo sentimos- dijo William.
-Necesitamos que reconozca el cuerpo, pero puede ser algo muy duro para usted- dije.
-No importa, quiero verlo- dijo.
Reconoció el cuerpo, sus ojos se llenaron de más lágrimas.
-¿De qué murió?- preguntó.
-De una sobredosis, al igual que las otras víctimas- respondí- lo lamento.
Salimos y William le hizo unas preguntas.
-¿Bernard tenía enemigos? ¿Alguien que no lo quisiera?- preguntó.
-No, solo tenía un amigo, los maestros lo querían mucho, era muy inteligente- suspiró- estudiaba ingeniería.
William y yo nos volteamos a ver.
-Lo mantendremos informado- dijo William.
Los padres de Gerard tardaron más en llegar, eran gente ocupada y muy rica, por fin llegaron.
-Señores Brown yo soy el detective Nicholls y ella- interrumpió el señor Brown a William.
-¿Qué le pasó a mi hijo? ¿Por qué nos llamaron?- preguntó.
-Su hijo fue encontrado, desgraciadamente él está muerto- respondió William.
-¡Muerto!- exclamó. Su esposa le detuvo los brazos.
-Lo siento- dijo William.
-¿Cómo murió?- preguntó.
-De una sobredosis, necesitamos que lo identifiquen- dije.
Fuimos rápido a la morgue.
-Descuartizaron el cuerpo de su hijo- dije al entrar.
Los padres vieron el cadáver, lloraron con desesperación, los saqué de ahí.
-¿Su hijo tenía enemigos?- preguntó William.
-No, era muy callado, se dedicaba a sus estudios- respondió la señora Brown.
-¿Era muy inteligente?- me adelanté.
-Estudiaba ingeniería, era de los mejores- respondió el señor Brown.
-Les mantendremos informados- dijo William.
La noche cayó, William y yo fuimos a nuestra casa, llevábamos trabajo, él se dedicó a conectar a las víctimas, yo investigué más a fondo la causa de la muerte de los jóvenes, pero, sin los cuerpos no podía hacer mucho. Tomé mi abrigo y abrí la puerta, William salió rápido de la habitación.
-¿A dónde vas?- preguntó.
-A la morgue, necesito los cuerpos para trabajar y no puedo moverlos- respondí.
-Te llevo, solo déjame ir por mi computadora para continuar el trabajo.
Tomó sus cosas, se cambió de ropa y fuimos a la morgue, se quedó conmigo en el laboratorio trabajando, eran las 4:50 am, William cabeceaba hasta quedarse dormido, yo bebí más de 3 tazas de café, no dormí en toda la noche.
Amaneció, William se despertó.
-Buenos días, había olvidado que pasamos toda la madrugada aquí- rio.
Continué haciendo el informe, no le presté atención.
-Iré por algo de desayunar, ¿quieres algo?
-Más café- le di mi taza.
La tomó y salió, a los pocos minutos Matt entró.
-Doctora Grey ¿se quedó sola?- preguntó.
-No- señalé las cosas de William.
-Ah, el detective Nicholls se quedó.
William entró.
-Aquí está tu café- dijo- Matt buenos días.
Matt le sonrió y salió, yo tomé mi taza y bebí un largo trago.
-¿Tienes algo?- preguntó William.
-Sí- terminé de escribir y solté la pluma- terminé el informe de la autopsia.
-Son buenas noticias- dijo.
-Buscamos a un hombre zurdo que tenga acceso a objetos filosos, de preferencia largos- dije.
-¿Con eso cortó los cuerpos?
-Sí, también tiene que tener acceso a farmacias.
Salimos rápido y nos subimos en el auto.
-Vamos a la universidad- dije.
Llegamos de inmediato, preguntamos por los profesores de medicina, observé a los profesores hasta que encontré a uno que era zurdo.
-¿Este maestro qué enseña?- pregunté.
-El no da medicina, él es de ingeniería- respondió la señorita.
-Hablaremos con él- dije.
William lo interrogó, confesó al instante, mató a sus alumnos más brillantes, no quería quedar como un tonto frente a la escuela, envidiaba su inteligencia, por eso los mató, además de que robo utensilios de medicina y pastillas.
William y yo regresamos a la morgue.
-No es una buena idea ser listo después de todo- dijo- ¿por qué a ti no te mataron?
-Mis maestros eran diferentes, impulsaban a sus alumnos, sin importar que pudiésemos superarlos.
William me miró y sonrió.
-Vamos a comer, yo invito- dijo.


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