viernes, 29 de marzo de 2013

Un caso de amor.


Capítulo 8- El hospital contaminado.
Eran cerca de las 11 de la mañana, me habían llevado un par de cadáveres para realizarles la autopsia, nada sobrenatural. William entró, como de costumbre, se trataba de un nuevo caso.
-¡Doctora es hora de divertirse afuera!- exclamó.
-Sí, espera solo tengo que- me interrumpió.
-No, ya es hora de irse- dijo.
Salimos rápido hacia su auto, nos subimos.
-Un hospital, nos llamaron, desde las 6 de la mañana han muerto personas- dijo.
-Es un hospital, si al paciente no le hace efecto la medicina o está muy débil se muere- dije.
-Es distinto, no se trata de que hayan muerto de causas naturales.
-Bueno, haré lo que pueda, pero en los hospitales tienen médicos que se dedican especialmente a eso, mi profesión es para estar en la morgue- sonreí.
William me miró y sonrió también.
Llegamos al hospital y entramos, fuimos con la recepcionista.
-Hola, somos los detectives que mandaron llamar- dijo William.
-Por aquí por favor- dijo la recepcionista.
Nos llevó a la oficina de la trabajadora social, enseguida nos atendió.
-Por favor siéntense, mi nombre es Lucy Holligan soy la trabajadora social del hospital- dijo.
-Gracias señorita Holligan, soy el detective Nicholls y ella es mi compañera la doctora Grey- dijo William.
-¿Doctora? Nosotros tenemos doctores, no era necesario que viniera- dijo volteando a verme.
-Si lo era, si son asesinatos ella es la que revisará los cuerpos- dijo William.
-Bueno, hoy en la mañana murió el primer paciente, Roger Johnson, tenía 71 años de edad, ingresó al hospital por una pulmonía, se la trataron y respondió bien al medicamento, en dos días lo darían de alta pero, bueno, ya será posible; después de una hora murió el segundo paciente, Amalia Cross, tenía 45 años de edad, ingresó al hospital por una úlcera gástrica, se estaba tratando; una hora más tarde murió el tercer paciente, Craig Nicholls, tenía 54 años de edad, ingresó- William la interrumpió.
-¿Craig Nicholls?- preguntó.
-Sí, ingresó al hospital por un- William volvió a interrumpirla.
-Un derrame cerebral- dijo.
La trabajadora social volteó a verlo, yo hice lo mismo, William bajó la cabeza.
-¿Qué pasó después?- preguntó fríamente.
-Después de morir el señor Nicholls, una hora más tarde murió el cuarto paciente y hasta ahora el último, Peter Foster, tenía 24 años de edad, ingresó por una caída de las escaleras, se rompió el tobillo, el cuello y se dislocó el hombro.
-Muy bien, revisaré los cuerpos- dije.
-Los doctores están haciendo eso- dijo la trabajadora social.
-Ninguno de los pacientes ingresó al hospital por causas similares, es obvio que son asesinatos, así que ¿a dónde voy para revisarlos?- dije.
La trabajadora social se levantó, William también y nos llevó a la sala donde estaban los cuerpos, William no quiso entrar, se quedó afuera.
-Doctor Parker ella es la forense de la policía, quiere revisar los cuerpos- dijo.
-Ya me estoy encargando, en unos minutos le daré el informe de la autopsia- lo interrumpí.
-Son víctimas de homicidios, así que a mí me corresponde hacer la autopsia- dije.
-Eran pacientes del hospital, yo tengo que hacerla- insistió.
-¿Es forense?- pregunté.
-Eso no tiene que ver, a mí me ordenaron hacer las autopsias- respondió.
-Sí tiene que ver, nos llevaremos los cuerpos a la morgue y ahí los revisaré- dije.
Una enfermera entró de inmediato y habló con la trabajadora social.
-Otro muerto- dijo la trabajadora social.
Fuimos rápidamente a la habitación del paciente, entramos y me acerqué, el doctor Parker hizo lo mismo.
-Es la quinta víctima, creo que si me corresponderá a mí llevar el caso- dije.
El doctor Parker me miró sorprendido, se alejó hasta quedar cerca de la puerta, yo comencé a revisar.
-Esta chica tenía cáncer, no muy avanzado pero lo tenía- dije- bien preparen los cinco cuerpos y llévenlos a la morgue.
Salimos de ahí y comenzaron a preparar los cuerpos, incluso los que el doctor ya había revisado, bajamos por las escaleras y la trabajadora social protestó.
-No se pueden llevar los cuerpos- dijo.
-Sí podemos, son asesinatos en serie y esos casos le corresponden a mí compañera- dijo William.
No fuimos enseguida, William iba callado en el auto, no quiso ir conmigo al laboratorio, se quedó afuera sentado, pensando. Yo analicé los cuerpos, Matt me ayudo, eran cinco cuerpos y podría ser que en menos de una hora volviera a morir alguien. Terminamos y salí a hablarle a William.
-Asfixia, les suministraron gas- dije.
William no dijo nada.
-¿Qué pasa? Tú no eres así.
-La tercer víctima era mi padre- soltó el llanto.
Me senté junto a él y lo abrace, no sabía que decirle solo lo abrace.
-Mi madre ya me llamó, el hospital le avisó, le dije que el cuerpo de papá estaba aquí, va a venir- dijo.
-Está bien, los dejaré a solas- dije.
-No, no, tienes que trabajar, además corremos el riesgo de que vuelva a morir alguien- se secó las lágrimas y volvió a abrazarme.
-Iré al hospital, revisaré todas las habitaciones, tú quédate con tu mamá- me separé de él.
Salí de la morgue y me dirigí al hospital, pase por todos los pisos pero no había nada raro, observé bien donde podía pero no había nada. Me dirigí a la oficina de la trabajadora social y pude ver que estaba con el doctor Parker, besándose, abrazándose, entré rápidamente.
-Me gustaría ver las habitaciones de los pacientes fallecidos- dije.
Ambos dieron un salto y se separaron, comenzaron a arreglarse su ropa y el cabello.
-¿Para qué?- preguntó la trabajadora social.
-Murieron de asfixia, les suministraron un gas pero no por la nariz, fue en el suero, puede ser que vuelva a atacar tenemos que salvar a los pacientes.
Los dos se voltearon a ver entre sí, yo los miré fijamente, voltearon a verme y se me acercaron, de repente la trabajadora social me dio un golpe y me tomaron de los brazos.
Desperté y estaba atada a una silla en un cuarto con poca iluminación, tenía la boca tapada con cinta, no podía gritar. El doctor y la trabajadora social entraron.
-Doctora Grey ¿cómo durmió?- preguntó el doctor.
Lo miré con odio.
-Tranquila, soy un fan suyo, he ido a sus conferencias en la universidad, usted es muy buena- sonrió- sabía que si asesinaba a alguien la atraería, cuando la vi no lo podía creer, me dio miedo por eso no quise darle los cuerpos pero bueno, ya los tiene y yo la tengo a usted, nadie sabrá que le pasó, solo nosotros y claro que lo negaremos todo- rio.
Lo continué viendo con odio, no podía hacer nada.
-¿Prefiere sufrir o morir rápido?- preguntó- aunque antes yo la disfrutaré, usted es joven y hermosa, me encanta de cierta manera, aunque su belleza no la salvará.
Se acercó a mí y comenzó a recorrer mi cuerpo con sus dedos, después se acercó a mi cabeza y comenzó a oler mi cabello.
-No sabe cuánto desee este momento- respiró fuerte y tomó mi cabello entre sus manos- oler su sedoso cabello, tenerla así como está.
Llevo sus manos a mis hombros, los frotó y después acercó su rostro a mi cuello y lo besó.
-Su compañero el detective debe de seguir llorando por la muerte de su padre, no vendrá a rescatarla- rio.
Se alejó y tomó un bisturí, caminó alrededor de mí, hablaba consigo mismo, de repente la puerta se abrió de un golpe y entró William con una pistola apuntando al doctor.
-Suéltala- dijo.
-Pensé que seguiría con su padre, por cierto ¿cómo está?- dijo sarcásticamente.
William se acercó a él sin dejar de apuntarle con la pistola.
-Me dijo que le gustaría verlo tras las rejas a usted- sonrió.
El doctor soltó el bisturí y así William lo esposo, unos cuantos policías entraron, uno de ellos esposo a la trabajadora social y otro me ayudo a desatar. Se los llevaron y William y yo salimos del hospital.
-¿Cómo está tu mamá?- pregunté.
-Bien, se quedó con Matt platicando- sonrió.
-Me alegro, oye lo siento mucho, no sabía que decirte y- me interrumpió.
-No hay problema, tu abrazo fue el mejor consuelo que encontré, gracias- sonrió de nuevo.

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